Lagavulin 16, el ahumado que todos quieren probar
Lagavulin 16 años no es simplemente un whisky escocés. Es una declaración de intenciones. Es una puerta de entrada —o una cima— para quienes buscan emociones fuertes dentro del mundo del whisky ahumado. Su nombre evoca la isla de Islay, esa pequeña joya del suroeste de Escocia donde la turba y la brisa marina definen el carácter de casi todo lo que se destila.
Lagavulin, embajador de Islay
Pero ¿qué tiene de especial Lagavulin 16? Para empezar, su historia. La destilería Lagavulin existe oficialmente desde 1816, aunque hay pruebas de actividad ilegal incluso décadas antes. Se encuentra en la costa sur de Islay, compartiendo vecindario con nombres tan potentes como Ardbeg o Laphroaig. Sin embargo, a diferencia de sus vecinos, Lagavulin siempre ha sido el más elegante de los ahumados: potente, sí, pero con una profundidad y suavidad que lo hacen único.
Lagavulin 16 Islay Single Malt Scotch Whisky
El whisky ahumado por excelencia
Desde hace años, Lagavulin forma parte del portafolio de Diageo, el gigante mundial de las bebidas espirituosas. Esta relación ha asegurado la presencia del Lagavulin 16 años en todo el mundo, especialmente tras convertirse en uno de los whiskies estrella de la serie “Classic Malts of Scotland”. También es uno de los pocos single malts que ha logrado una fama casi mítica sin necesidad de decenas de ediciones especiales o campañas de marketing agresivas. Y por si fuera poco, la aparición del personaje de Ron Swanson (Nick Offerman) en Parks and Recreation elevó su estatus a objeto de culto entre una nueva generación de fans del whisky.
Cata de Lagavulin 16
Una de las curiosidades sobre este single malt es que cuanto más tiempo pasa un whisky ahumado en barrica, menos ahumado se siente. Pues el logro de Lagavulin es que con 16 años de añejamiento no se siente que haya perdido ni un ápice de turba.
Al Olfato: En nariz, es una explosión de humo de turba, pero no es lo único que hay: aparecen notas de yodo, algas marinas, cuero, frutos secos y un dulzor escondido que recuerda a frutas cocidas o pasas.
Al Paladar: En boca, el whisky Lagavulin 16 años es envolvente y cremoso. El humo es denso y persistente, pero hay capas y capas de sabores que se van abriendo: toffee quemado, roble viejo, especias, un punto salino y hasta una pizca de chocolate amargo. El equilibrio entre lo dulce y lo salado, entre lo áspero y lo suave, es simplemente magistral.
El final (o regusto) es larguísimo. El humo permanece, pero se suaviza con el tiempo, dejando paso a un dulzor terroso y cálido que te acompaña durante varios minutos.
Opinión de Lagavulin 16
Este no es un whisky para todos los públicos. Su perfil ahumado y complejo puede resultar desafiante si estás acostumbrado a maltas más suaves o dulces. Pero si le das una oportunidad (y lo haces en el momento adecuado), es fácil entender por qué tantos aficionados lo consideran un imprescindible. Prepárate, porque si te gusta Lagavulin se te abre todo un panorama de posibilidades dentro del mundo del whisky.
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