El pasado mes de marzo la revista Whisky otorgó los premios a los mejores whiskies del mundo, evento que cubrí en este artículo. Y como cada año, la expectación estaba en saber cuál era el mejor single malt del mundo 2021. Pues para sorpresa de muchos, el galardón se lo llevó un whisky joven: Glenallachie 10 años Batch 4. La fortuna me ha sonreído, y he podido conseguir una botella del whisky premiado. Así que toca hacer su reseña.
Glenallachie. De la nada al todo
Hasta 2017 esta destilería de Speyside había sido casi una auténtica desconocida en el mundo de los single malt. Esto fue así porque desde su fundación en 1967, las maltas de Glenallachie se habían destinado a la producción de whiskies de mezcla. De hecho, en 1989 Chivas Brothers la adquirió después de un cierre de cinco años y utilizó el whisky de la destilería para su blend Clan Campbell. Hasta que llegó 2017, cuando el mago del whisky Billy Walker, quien había colaborado para la propia Chivas Brothers hasta aquel entonces, le compra la destilería.
Walker se ha forjado como un gran maestro destilador trabajando desde los 70 para grandes compañías del Scotch whisky, entre ellas Burn Stewart Distillers y la propia Chivas Brothers, subsidiaria de Pernod Ricard. Pero toda destilería que el gran Billy ha encumbrado, siempre ha sido vendida por sus propietarios para sacarle una buena tajada (Glendronach, BenRiach y Glenglassaugh son buenos ejemplos de ello).
Cansado de esta situación, Walker y sus socios optaron por montar su propio negocio de single malts y relanzar los productos de Glenallachie en 2017. En cuestión de menos de cinco años, una destilería de la que casi nadie hablaba, pasa a ser protagonista de todo tipo de artículos relacionados con la industria del whisky. Rematado todo ello con el premio al mejor single malt del mundo 2021. El toque mágico de Walker, sin duda.
Glenallachie 10 años Batch 4
A pesar de ser una destilería casi novel en el mercado de los single malt, posee una interesante variedad de productos que van desde los single malt de 10 a 30 años. Estoy muy seguro de que Walker sabía muy bien los tesoros que albergaba el almacén de la destilería. Estas son las notas de cata de su expresión más joven.
Color: Ámbar oscuro. Este whisky tiene color natural y no ha sido filtrado en frío. La botella es transparente, lo que ayuda a disfrutar de esa tonalidad oscura que han desprendido las barricas de jerez. Y sólo tiene diez años. Wow.
Al olfato: notas muy especiadas, principalmente canela, naranja amarga y pasas. Es evidente la presencia del jerez aunque no es muy intenso. Al ser un whisky cask strength se nota el aroma alcohólico si lo catamos recién servido, por lo que se recomienda dejarlo descansar unos minutos. Con agua se siente más dulce.
Al paladar: Sabor a raudales. Más naranja amarga y chocolate negro bien intenso. También saboreo caramelo y frambuesas y se me queda un regusto más seco, intenso y con notas de tabaco. Con agua y descanso este potro de 56.1% alc. se vuelve más dulce, haciendo que ese chocolate negro pase a uno con chocolate, por ejemplo.
Conclusiones: Normalmente puedo tomar los whiskies cask strength con o sin agua, casi por igual. Sin embargo, este Glenallachie 10 años Batch 4 lo disfruto mucho más con agua y dejándolo descansar al menos 10 minutos. Sin duda es un whisky ajerezado, pero no llega a ser las bombas de sabor concentrado que suele ser Glendronach, por ejemplo.
Será muy difícil encontrar una botella del mejor single malt del mundo 2021, pero esto es un ejemplo evidente del buen hacer de Walker en su compañía. Si tienes la posibilidad de probar un Glenallachie cualquiera, ve a por él. En este enlace te dejo un ejemplo en Amazon.
Si quieres más detalles de este whisky y de Billy Walker, pásate por mi canal de YouTube.
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Sin duda con tiempo se domestica y mejora.
Salud