Hay quien define a Glengoyne un whisky de las Highlands con carácter de las Lowlands. Y puede que no le falte razón porque si uno prueba las maltas de esta destilería no diría que tiene el marcado sabor de las tierras del norte de Escocia. Más bien se acerca mucho al estilo tradicionalmente ligero de las tierras del sur. Aquí reseñamos este whisky tan peculiar, Glengoyne 12 años.
Whisky nacido en las Highlands, criado en las Lowlands
La destilería de Glengoyne está al norte de la ciudad de Glasgow, a media hora de viaje en coche. Pero curiosamente es la productora de las Highlands que se encuentra más al sur del territorio. De hecho, el almacén donde envejecen el whisky sí que está en territorio Lowland. Literalmente al otro lado de la carretera de donde se encuentra el edificio principal. A esto hay que agregar que en las instalaciones de Glengoyne, desde su fundación en 1833, jamás han utilizado turba para el secado de la malta.
Y esto nos da pie a tratar una de las claves de la compañía: ser fieles a su estilo y tradición. En Glengoyne se enorgullecen de poseer los alambiques más lentos de Escocia porque la complejidad de los sabores de sus maltas se debe a la pausada destilación. Además, en la familia siempre han apostado por envejecer sus whiskies en barricas de jerez de calidad. Y por supuesto, rechazan de pleno añadir cualquier colorante a sus productos para hacerlo más atractivo. Lo que se ve, es lo que hay.
En resumidas cuentas, el camino de la excelencia es duro, pero tiene sus recompensas.
Todo esto ha hecho que Glengoyne fuera en su momento una de las destilerías favoritas por muchos maestros mezcladores para hacer sus blends. Y desde los 90, los últimos propietarios han querido que parte de su producción también se comercialice como single malt. Actualmente el rango de whiskies de Glengoyne es muy amplio, que va de maltas de 10 a 30 años. Pero hoy nos quedamos con posiblemente su producto más popular.
Glengoyne 12 años (43% alc.)
Color: Natural, claro y proveniente de sus barricas de Jerez. Oro.
Al olfato: Lo primero que aprecio es la madera de roble y ciruelas pasas. Notas dulces, especialmente miel. Manzanas.
En boca: El aroma a manzana verde ahora se palpa en el paladar. También tiene una nota picante que me recuerda al jenjibre. Ligeros tonos avainillados y de limón pero una distintiva nota de Jerez. Ni aunque jurasen en la etiqueta que no utilizan esas barricas podrían engañar a alguien un poco avispado. No es un aroma cargado, pero es claramente apreciable. El retrogusto es medio.
Conclusiones
Glengoyne 12 es un whisky agradable, de esos que darías a probar a alguien que quiere adentrarse en el mundo de los single malt o que te tomarías tras el postre en una tarde de verano. Por unos 45€ lo puedes adquir AQUÍ.
Es buen whisky y fácil de tomar. Sin embargo, no es una de esas maltas que me enamore del todo. Y esto se deba a que personalmente tengo una relación de amor/odio con el Jerez. Sé de buena tinta que hay gente muy apasionada de ese tipo de whiskies, así que Glengoyne 12 años será sin duda una elección más que apropiada.
Agradecimientos: A Carlos Paz por la cata y por prestarme la botella para la foto.
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