Tras años de crecimiento y éxito en el mercado global, la industria del Scotch whisky enfrenta una situación desafiante en 2024. ¿Podríamos llamarlo crisis del whisky? Bueno, con una caída significativa en las exportaciones y una desaceleración general en las ventas, expertos y productores se preguntan si esta es sólo una corrección temporal o el inicio de una nueva fase de declive. A medida que se enfrentan factores como la inflación, aranceles comerciales y un cambio en las preferencias de consumo, el futuro del whisky parece estar en juego.
Las razones detrás de la crisis actual del whisky
El estado actual del whisky se encuentra en una encrucijada compleja. Por un lado, los datos de exportación del Scotch Whisky Association (SWA) para el primer semestre de 2024 muestran una caída del 18% en el valor de las exportaciones en comparación con el mismo periodo del año anterior, tras una disminución en 2023 luego del año récord de 2022. En términos de volumen, la exportación cayó un 10.2%, con un descenso significativo en las principales regiones, como Estados Unidos. Aunque se siguen exportando 36 botellas de whisky por segundo, frente a las 40 del año anterior, la industria enfrenta desafíos notables. Con los números en la mano, estamos entrando en una crisis del whisky.
Este contexto volátil está en parte influenciado por factores económicos globales, como la inflación y la falta de confianza de los consumidores. En particular, el mercado estadounidense sigue sintiendo los efectos del arancel del 25% sobre el whisky de malta aplicado entre 2019 y 2021, lo que dejó una marca significativa en la industria. Asimismo, aunque el mercado indio mostró crecimiento, las tarifas del 150% continúan siendo una barrera para su expansión. La SWA ha instado al gobierno del Reino Unido a tomar medidas para apoyar al sector, reduciendo impuestos y agilizando acuerdos comerciales clave, como el Tratado de Libre Comercio con India.
Lecciones del pasado: ¿Cómo puede recuperarse la industria del whisky?
En paralelo, el reconocido periodista y experto en whisky, Dave Broom, ha reflexionado sobre la industria desde una perspectiva más amplia, señalando que el whisky siempre ha atravesado ciclos de auge y declive, y que hoy enfrentamos una nueva fase de corrección. Para Broom, las causas de esta crisis del whisky son múltiples: desde la resaca de las compras impulsivas durante la pandemia hasta una nueva generación que parece estar rechazando el consumo de alcohol en general. Según Broom, la industria debe aprender del pasado y evitar caer en la espiral de precios bajos y sobreproducción que casi la hundió en los años 80.
Un aspecto clave del análisis de Broom es que el futuro del whisky no está en los lujosos embotellados de edición limitada, sino en ofrecer calidad a un precio accesible, manteniendo el equilibrio entre la democratización del producto y la exclusividad que ofrece la tradición. Es necesario mirar más allá de las grandes marcas y enfocarse en destilerías nuevas y emergentes, que ofrecen experiencias diferentes y emocionantes para atraer a un nuevo público.
La recuperación de esta crisis del whisky es inevitable, pero será un camino difícil y lleno de retos. La industria deberá ajustar su enfoque, priorizar la calidad y apostar por estrategias a largo plazo para superar este ciclo de desaceleración global.
Tal como lo describe Broom, amarren cabos, que se avecina tormenta.
Fuentes: The Whisky Manual y Scotch Whisky Association
