Cuando los single malt empezaron a popularizarse a comienzo de los 90 no fueron pocos los que vilipendiaban a los blended whiskies; mezclas de escasa calidad que eran indignas de los nuevos fanáticos de las maltas únicas. Sin embargo, el reposo que da el tiempo y el buen hacer de algunas compañías ha demostrado que la categoría de los whiskies de mezcla no debe menospreciarse. Tiene mucho que ofrecer. Como ejemplo hoy tomaremos a The Spaniard de Compass Box, cuya embotelladora se ha convertido en sinónimo de blends de calidad.
Si quiere blended, quiere Compass Box
John Glaser es el fundador de Compass Box y hasta 2000 su trabajo consistió en ser Director de Marketing Internacional para Johnnie Walker. Él mismo se declara un fanático del whisky y parece ser que quiso darle su propia visión a los whiskies de mezcla. Hasta aquel entonces la práctica habitual era ofrecer blends que llegasen a la mayor cantidad de consumidores, pero con un claro sacrificio de calidad. Esto significaba usar mucho whisky de grano y varios single malts, a veces de escaso pedigrí. Todo en grandes lotes.
La idea de Glaser fue bien diferente. ¿Es posible ofrecer whiskies de mezcla variados con un mínimo de calidad garantizada? Su don es que conoce muy bien qué tipo de malta produce casi cada destilería y por tanto sabe qué barricas elegir para sus blends. Además, John quiso que cada una de sus creaciones fuera única y ofrecer diversas mezclas cada año. La paleta de colores en lo que respecta a los Scotch es tan amplia ¿Por qué limitarse a producir siempre lo mismo año tras año?
Desde entonces el buen hacer de Glaser lo ha llevado a ser el creador del año por el Whisky Magazine hasta en cuatro ocasiones. Su mezcla de whiskies de grano Hedonism, toda una novedad en la industria en 2008, fue también premiada como el Mejor Whisky de Grano por la misma revista. A día de hoy sigue sorprendiendo a propios y a extraños con cada nuevo lanzamiento.
The Story of the Spaniard 43% alc. lote TS-2018-B
La relación del jerez con el whisky es tan fuerte como lo puede ser el mejor de los matrimonios. A esto no se le escapa a Glaser y en la etiqueta de este whisky cuenta que en un viaje a Andalucía, un anciano le dio a probar varios jerez y le habló de sus fascinantes aromas y características. Así que le era evidente que tenía que homenajear al vino español con una mezcla de single malts madurados en jerez.
Antes de entrar en la cata de The Spaniard hay que aclarar que, aunque Compass Box relanza con cierta frecuencia sus mezclas, cada lote es diferente al anterior. Es decir, que la mezcla que lanzan un año tiene maltas diferentes del anterior y posiblemente del siguiente. Por tanto, aunque las botellas de diferentes años tengan el mismo nombre, es muy probable que la mezcla sea distinta.
La pregunta que muchos nos podríamos hacer entonces es ¿Y cómo puedo saber qué han mezclado cada año? Por desgracia las productoras de blends casi nunca revelan los whiskies utilizados, pero por fortuna Compass Box sí. Y me parece una magnífica política de honestidad con sus clientes. Y por cierto, toda esta información la puedes encontrar en su web.
Con respecto al lote TS-2018-B:
- Barrica de vino tinto de primer relleno de la destilería Teaninich 22.4%.
- Bota de jerez de primer llenado de la destilería Glendullan 9.8%.
- Bota de jerez de primer llenado de la destilería Teaninich 10.1%.
- Bota de jerez de primer llenado de la destilería Teaninich 10.2%.
- Bota de jerez de relleno de la destilería Deanston 28.6%.
- Barril de roble americano retostado de la destilería Glen Elgin 4.9%
- Blend de maltas de las Highlands 14% (60% Clynelish, 20% Teaninich y 20% Dailuaine).
Color: Todas las mezclas de Compass Box tienen color natural. Siendo un blend con una gran cantidad de barricas de jerez, la tonalidad es oscura, tirando a un cobre claro.
Al olfato: Naranja y manzana roja, ligeras notas de pera que con el tiempo se hacen más intensas. Por lo pronto bien afrutado en nariz. No percibo ninguna nota alcohólica que me incomode. ¿De verdad tiene alcohol? Se percibe la nota de jerez pero no me parece abrumadora. Muy bien balanceado.
Al paladar: Ligeramente especiado; pimienta y clavo. Entra muy bien. Fruta escarchada. Algo de bayas rojas y pera. Dulzor de miel y de nuevo el jerez pero sin desbordar. Regusto medio y picante. Nada mal para un blend de 43% de alcohol.
Conclusión: Tal como ocurrió con Monkey Shoulder, de nuevo estamos ante un blended malt que por su suavidad podríamos asegurar que lleva algún whisky de grano. Pero no es así. Y además, siendo un homenaje al jerez, podríamos esperar una bomba de sabor especiado como suele ocurrir con los Glendronach, por ejemplo, pero tampoco lo es. Sin embargo, el paladar me pide algo más de sabor o complejidad. No estamos ante un mal whisky. Para nada. Pero a lo mejor al 46% de alc. podríamos estar hablando de una mezcla suprema. Pero quién soy yo para decirle a John qué debe hacer. Whisky “de diario” ideal. The Spaniard no te va a decepcionar. AQUÍ lo tienes por 53€.
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