Aquí estamos, diseccionando uno de los whiskies de mezcla más reconocidos en el mundo; Ballantine’s Finest, cuyo nombre es incluso familiar para los más profanos en la materia que nos ocupa. Pero ¿Es popular por su calidad? o ¿Lo es por su nombre y publicidad? ¿Merece la pena que gastes tu dinero en algo tan común? Yo te voy a dar mi opinión y luego tú decides. Primero, contemos quién era ese tal Ballantine.
De una calle de mala muerte de Edimburgo al mundo entero
Sí, un título largo pero bien descriptivo. Y es que los orígenes de este mezclador datan de 1827, cuando George Ballantine regentaba una tienda de bebidas en Cowgate, una de las peores calles de Edimburgo en el siglo XIX. Algo interesante tuvo que hacer George porque con un buen pico de dinero ahorrado pudo abrir un segundo establecimiento en Glasgow, dejando las riendas del negocio de la capital en manos de su hijo Archibald. Ahora Ballantine quería centrar su atención en mezclar maltas del país y venderlas.
Debido a la industria y las oportunidades en el Nuevo Mundo, Glasgow fue el segundo puerto británico más importante durante todo el s. XIX. Esta situación hizo que George Ballantine tuviera la oportunidad de popularizar sus mezclas allende los mares, lo que inmediatamente requirió la colaboración de su segundo hijo, también llamado George, para ayudar en el creciente negocio. Y tanto creció que en 1896 la propia reina Victoria le concedió el Sello Real a los whiskies de George Ballantine & Son. Si la reina del Imperio Británico le daba su aprobación, aquello tenía que merecer la pena.
¿Talisker? No, Ballantine’s
Curiosamente las mezclas de los Ballantine no llevaron su nombre de familia hasta 1919. Justo después de haberle vendido el negocio a Barclay y McKinlay, que optaron por el nombre Ballantine’s en detrimento de Talisker. Cosas de la vida. Y podemos decir que a lo largo de todo el siglo XX la compañía ha cambiado de manos de gran compañía en gran compañía. Primero absorbida por la canadiense Hiram Walker durante los 30, por Allied Domecq a finales de los 80, y finalmente por la francesa Pernod Ricard en 2005. Esto es un claro signo del éxito de Ballantine ‘s. Y para corroborar esta última frase un dato: Ballantine’s es el whisky escocés más vendido en Europa y el segundo en el mundo.
Hoy en día se utilizan unos 50 single malts (Miltonduff, Glenburgie y Scapa, entre otras) y 4 whiskies de grano para su producción, y sus expresiones básicas son el Finest, Limited, 12, 17, 21, 30 y 40 años y unas cuantas ediciones especiales, incluyendo un no-whisky de 20% de alcohol en volumen.
Ballantine’s Finest 40% alc. vol.
Uno de los viejos conocidos de todo bebedor de whisky. Este blend está presente en casi cualquier bar, establecimiento y supermercado del mundo. Sus números refrendan esta frase porque hasta 2019 se vendían unas 7.7 millones de cajas de Ballantine’s Finest en el mundo anualmente. No son pocas, no. ¿Qué nos ofrece entonces?
Al olfato: coco y vainilla en nariz. Ligero, mucho. Con notas avainilladas pero nada predominante. La miel y el toffee sí se notan más presentes. Si lo dejo mucho tiempo en vaso desarrolla una intensa nota de plátano.
Al paladar: Ligero en nariz y también en boca. Medianamente dulce. Ni pica, ni molesta y para un paladar ya trillado, a lo mejor eso es un punto flaco de este whisky. En el regusto se queda una nota de caramelo y una vaga presencia ahumada. Muy sutil. ¿Es posible que la cantidad de whisky de grano sea muy superior a la habitual de malta? Seguramente, pero no repercute en el dulzor que me llega a la boca. Tampoco sufro la quemazón de muchos whiskies baratos.
Conclusión: Personalmente soy un bebedor de whisky que me he ido acostumbrando a destilados de alta gradación. Disfruto de sabores intensos y prolongados. Sin embargo, a veces quiero dejarme llevar por algo menos exigente y que no necesite de mi concentración para sacarle las notas de este o aquel sabor. Por buscarle una analogía, digamos que estamos como el que cambia los elegantes zapatos de piel italiana por las zapatillas de andar por casa.
¿Puedo tomar un Ballantine’s Finest solo? Sí, y de vez en cuando lo hago y lo disfruto. No es un blend económico que me haga arrepentirme cada vez que lo pruebo, sino más bien lo contrario. Además, también lo encuentro ideal para combinar o hacer cócteles. Su sabor ligero no sobresale demasiado cuando lo mezclo con otras bebidas, y no hace que termine saturado después de tomar más de una copa con Ballantine ‘s.
Si buscas un whisky que por su precio aún ofrezca algo de calidad, Ballantine ‘s Finest es de los mejores. Por ende, esta nota. Te dejo AQUÍ un enlace a Amazon.es por si al final te decides a probarlo.
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Ballantine’s… La nueva boquilla de plástico blanco chorrea lastimosamente 👎🏻
Exelente relación calidad y precio,un whisky legendario y con tradición
En lo personal lo consumo dentro de los whiskies economicos, y me parece adecuado. Lo combinó y me parece agradable. Yo lo recomiendo dentro de esta línea con calidad y a un costo aceptable, sobre todo con la aparición de marcas muy económicas.